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Oct
Observaciones realizadas con el telescopio James Webb sugieren la presencia de CO₂ en la superficie de Europa, satélite de Júpiter. Esta luna está cubierta por una espesa capa de hielo bajo la cual pudiera albergarse un océano global.Este descubrimiento abre una serie de fascinantes posibilidades. El CO₂ pudiera ser de origen externo; pero también podría haberse filtrado a través el propio subsuelo (o subhielo). Una opción sería que el océano europano contenga grandes cantidades de CO₂ disueltas, como, por otra parte, ocurre con los océanos terrestres. La otra —más intrigante— es que resulte un subproducto de la descomposición de compuestos…