El dibujante Enrique Ventura, considerado uno de los nombres fundamentales de la historia del cómic español y autor de obras como Grouñidos en el desierto, ha fallecido hoy lunes a los 78 años, según confirmó la editorial Evolution-Cómics, del sello Panini, en la red social X. El artista era conocido también por su trabajo durante décadas en la revista satírica El Jueves y por las viñetas llenas de humor y experimentación que realizó con su primo, el ya fallecido Miguel Ángel Nieto. Decenas de dibujantes como David Rubín, Cels Piñol o Juanjo Cuerda homenajearon en X al creador como uno de los referentes del sector.
Hoy los compañeros y compañeras de @eljueves hemos perdido a un mito de la revista. Ha fallecido Enrique Ventura. Nos obsequió con sus grouñidos hasta el final. Camina en paz hacia el horizonte y se lleva consigo su humor surreal, poético y lleno de asombro por la vida. pic.twitter.com/UfLu5CBfJy
— Juanjo Cuerda (@JJCuerda) March 25, 2024
Desde sus comienzos en publicaciones como Molinete, Trinca o El Papus, Ventura se convirtió poco a poco en una referencia del noveno arte en España, tanto por una ironía que a menudo rozaba el surrealismo, como por la constante búsqueda de innovación en la narración y la ilustración de sus obras. Además de Grouñidos en el desierto —protagonizada por Groucho Marx y lanzada en 1979—, Es que van como locos, Maremagnum, Histerias indecentes de la tele o Sonrisas también quedan en la memoria de miles de aficionados a las historietas y como muestras del talento del dúo Ventura-Nieto. Todo desde que, tras abandonar los estudios universitarios, ambos lanzaran, en 1971, el cómic Sam y la morsa.
Sus obras viajaron a otros países, de Italia a Francia, pasando por Rumanía. Y su sed de experimentación les llevó a tocar también otras disciplinas: el cine, la animación, la literatura o los videojuegos. Y desde 1997, dos años después de la muerte de Nieto, Ventura empezó a dibujar también viñetas para el diario La Vanguardia. Ese mismo año recibió el Gran Premio del Jurado en el Salón del Còmic de Barcelona.
“El cómic es un medio de expresión que está medio pasando a la historia. Dentro de poco el dibujante de historietas se encontrará en algún museo”, apuntaba el autor en una entrevista con este diario en 2004. “En estos momentos las historietas sólo funcionan entre la gente mayor. Los chavales prefieren gastarse el dinero en un vídeo. No nos engañemos. Nosotros leíamos tebeos porque no había casi cine ni televisión y eran baratos”, agregaba, en una profecía que se ha cumplido a medias. Lo que sí se mantiene es la precariedad que Ventura ya denunciaba entonces: “Hay que reflotar de alguna manera este mundo, porque hoy el 80 o el 90% de los compañeros lo está pasando mal: han tenido que pasarse a la publicidad o a hacer cualquier otra cosa”.
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