El cine como lenguaje para defender los avances sociales y romper barreras fue plenamente reivindicado la noche del sábado en la tercera edición de los Premios Carmen del Cine Andaluz, que se han consolidado como una de las grandes citas del séptimo arte del calendario nacional y antesala de los Premios Goya, que se entregarán en Valladolid el próximo sábado 10 de febrero. Te estoy amando locamente, la opera prima del cineasta malagueño Alejandro Marín —que narra los inicios del movimiento LGTBI en Andalucía—, fue la gran triunfadora de la noche con cinco estatuillas; a la que le siguió muy de cerca Mamacruz, dirigida por la venezolana Patricia Ortega y producida por la sevillana La Claqueta, con cuatro, entre las que destacaron el Carmen a Mejor Interpretación Femenina para Kiti Mánver. La actriz malagueña convenció a los miembros de la Academia de Cine de Andalucía —que entregan estos galardones— con el papel de una modista de clase obrera, católica y aficionada a acudir religiosamente a su parroquia para vestir santos, que experimenta un tardío despertar sexual.
De este modo, la gala celebrada en la Casa Colón de Huelva, que fue presentada por los actores Salva Reina y Martita de Graná, se convirtió en un foro de fiesta y reivindicación. “Viva el cine queer, el cine diverso, feminista, ese cine polémico que necesitamos”, llegó a decir Patricia Ortega, a la que se sumó, en su turno de agradecimientos, el joven cineasta malagueño Alejandro Marín, que instó a apoyar “las nuevas voces y miradas que están emergiendo en el cine y que con su diversidad nos hacen mejores”.
La opera prima de Marín, Te estoy amando locamente, consiguió los Premios Carmen a la Mejor Interpretación Masculina de Reparto (Jesús Carroza), Mejor Dirección Novel (Alejandro Marín), Mejor Maquillaje y Peluquería (Carmela Martín), Mejor Dirección de Producción (Carmen Garrido) y Mejor Guion Original (Alejandro Marín y Carmen Garrido); y afronta los Goya con cinco nominaciones. Se trata de un drama con fondo social que recupera los inicios del movimiento LGTBI en la Andalucía de 1977, cuando aún estaba vigente la ley franquista de Peligrosidad y Rehabilitación Social que perseguía la homosexualidad como delito.
Mamacruz, por su parte, se hizo con los Carmen a Mejor Interpretación Femenina de Reparto (Mari Paz Sayago), Mejor Montaje (Fátima de los Santos), Mejor Interpretación Femenina Protagonista (Kiti Mánver) y Mejor Dirección (Patricia Ortega). Con tres estatuillas se marcharon de la Casa Colón de Huelva las películas Tin & Tina y La espera, del cordobés Francisco Javier Gutiérrez, otra de las grandes sorpresas de la noche al conseguir los premios a la Mejor Interpretación Masculina Revelación (Antonio Estrada) y Mejor Interpretación Masculina Protagonista (Víctor Clavijo); además de Mejor vestuario (Consuelo Bahamonde y Andrea Escudero ex aequo). Tin & Tina, por su parte, obtuvo los premios a Mejor Dirección de Fotografía (Alejandro Espadero), Mejor vestuario (Lourdes Fuentes ex aequo) y Mejor Dirección de Arte (Vanesa de la Haza).
La mejor película fue, sin embargo, Cerrar los ojos, único galardón para este largometraje dirigido por Víctor Erice y producido por Pecado Films, que partía como uno de los favoritos de esta edición. Del resto del palmarés destacó, entre otros, el Premio a la Mejor Película no Andaluza para La sociedad de la nieve, de Juan Antonio Bayona, un nuevo galardón en su camino hacia los Óscar, donde cuenta con dos nominaciones.
Premio al discurso más breve
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Dentro del tono de humor que enhebró el guion de la gala, la tercera edición de los Premios Carmen del Cine Andaluz entregó un premio oficioso: una cesta de productos gastronómicos de la provincia de Huelva para el galardonado que fuese más breve en su turno de palabra. El agraciado fue el actor sevillano Jesús Carroza, al que le bastó con 22 segundos.
La nota de emoción la puso el veterano actor José Luis Gómez (Huelva, 83 años), leyenda viva de la escena española, que recogió en su ciudad natal el Premio Carmen de Honor. Gómez también aprovechó su alocución para la reivindicación, en este caso para pedir un espacio propio para la cultura: “No entiendo por qué los gobernantes mezclan la cultura con el deporte y el turismo, que tan poco tienen que ver”, manifestó en alusión a la estructura del gobierno andaluz, donde una única consejería reúne las tres competencias.
En la gala hubo también varias menciones al conflicto que sufren los palestinos por los ataques de Israel, con uno especialmente emotivo: el recuerdo a las mujeres que dan a luz en Gaza de la mano de Amparo Martínez, nada más recoger su premio por los Mejores Efectos Especiales, en la película Secaderos. La ganadora del premio leyó un texto de la actriz y educadora maternal Andrea Ros, autora de libro Lo hago como madremente puedo: “Me cuesta entender que haya un mundo que haya mujeres pariendo en el infierno, aprendiendo a lactar mientras huyen mientras rezan”.