Meta Platforms, la compañía madre de Facebook, está siendo llevada a un proceso legal importante de monopolio en Estados Unidos, instigado por la Comisión Federal de Comercio (FTC). La agencia argumenta que la empresa compró Instagram en 2012 y WhatsApp en 2014 con la intención de eliminar a competidores que estaban surgiendo en el sector de redes sociales, fortaleciendo de este modo su control en el mercado.
La demanda sostiene que Meta empleó una estrategia denominada «comprar o enterrar», adquiriendo empresas competidoras para neutralizarlas en lugar de competir directamente con ellas. Según la FTC, estas adquisiciones no fueron inversiones estratégicas legítimas, sino tácticas para sofocar la competencia y mantener un monopolio en el sector de las redes sociales personales. La agencia argumenta que estas acciones perjudicaron a los consumidores al reducir la innovación y limitar las opciones disponibles en el mercado.
Por otro lado, Meta defiende que las adquisiciones fueron aprobadas por los reguladores en su momento y que han beneficiado a los usuarios al mejorar la calidad de los servicios ofrecidos. La empresa argumenta que enfrenta una competencia significativa de otras plataformas como TikTok, YouTube y X (anteriormente conocido como Twitter), lo que demuestra que el mercado sigue siendo competitivo. Además, Meta sostiene que la definición del mercado utilizada por la FTC es demasiado limitada y no refleja adecuadamente la dinámica actual del sector.
El juicio, que se lleva a cabo en un tribunal federal de Washington D.C., ha atraído la atención debido a su potencial para redefinir las regulaciones antimonopolio en la era digital. Se espera que el caso tenga implicaciones significativas no solo para Meta, sino también para otras grandes empresas tecnológicas que operan en el ámbito de las redes sociales y la comunicación digital.
Este procedimiento legal se sitúa dentro de un panorama más amplio de mayor vigilancia hacia las principales empresas tecnológicas por parte de los reguladores de Estados Unidos. La FTC junto con el Departamento de Justicia han incrementado sus acciones para enfrentar lo que consideran comportamientos anticompetitivos en la industria tecnológica, buscando asegurar un mercado más equitativo y competitivo.
A medida que progresa el juicio, es probable que se introduzcan más pruebas que puedan impactar en la resolución final del tribunal. El resultado de este caso podría establecer un precedente significativo en la implementación de las leyes antimonopolio en el entorno digital, influenciando cómo las compañías tecnológicas funcionan y se desarrollan en el porvenir.