El presidente del Consejo Europeo, el belga Charles Michel, será candidato a las elecciones al Parlamento Europeo del próximo mes de junio y tiene intención de abandonar su actual cargo en julio, varios meses antes del fin de su mandato. Su decisión obligará a los Veintisiete a buscarle un reemplazo capaz de asumir sus funciones este mismo verano, puesto que, si no, el responsable de dirigir las reuniones de los jefes de Estado y de Gobierno hasta finales de noviembre será el líder del país al frente de la presidencia de turno del Consejo de la UE, que a partir de julio será Hungría. Es decir, que el sustituto de Michel como árbitro de las principales citas políticas del bloque sería Viktor Orbán, uno de los mandatarios más euroescépticos del momento y que lleva bloqueando decisiones clave de la UE, especialmente en torno a Ucrania, desde hace tiempo.
La formación política del ex primer ministro belga, el Movimiento Reformista (MR, partido liberal francófono), le ha confirmado este domingo como cabeza de lista de su partido a los comicios europeos de junio. “¿Qué partido que, teniendo en sus filas al presidente del Consejo Europeo, no quería verlo en su lista?”, ha comentado el presidente del MR, Georges-Louis Bouchez, durante el congreso de la formación en Lovaina la Nueva.
La decisión la había adelantado el propio Michel a varios medios belgas: “He decidido presentarme como candidato a las elecciones europeas de junio de 2024″, dijo a Le Soir y La Libre Belgique. “Cuatro años después de iniciar mi mandato como líder europeo, es mi responsabilidad tanto dar cuenta del trabajo realizado en los últimos años, como presentar un proyecto para el futuro de Europa”, explicó el político, de 48 años, quien, sin embargo, no ha querido revelar si aspirará de nuevo a liderar alguna de las instituciones europeas u ocupar algún puesto de comisario. Aunque todavía no ha confirmado si optará a la reelección, la alemana Ursula von der Leyen, con quien Michel mantiene una tensa relación, es considerada la favorita para seguir al frente del Ejecutivo europeo. Las elecciones de junio también supondrán la renovación de la presidencia de la Eurocámara, actualmente en manos de Roberta Metsola, quien, como Von der Leyen, proviene de las filas del Partido Popular Europeo (PPE).
Su candidatura a los comicios europeos de junio implica, en cualquier caso, que Michel deberá acortar su presidencia al frente del Consejo Europeo. “Ocuparé el cargo hasta mi investidura como eurodiputado, que tendrá lugar el 16 de julio”, explicó el belga, cuyo mandato se extiende oficialmente hasta el 30 de noviembre de 2024. “Después de las elecciones europeas, a finales de junio o principios de julio, el Consejo Europeo deberá reunirse y tomar decisiones, en particular para nombrar a mi sucesor. El Consejo Europeo tendrá que decidir cuándo tomará posesión mi sucesor”, añadió Michel. La otra posibilidad, ha confirmado, sería “basarse en un reglamento, que se puede cambiar a mayoría simple, y que confía la presidencia del Consejo Europeo al presidente en ejercicio del Consejo de la UE, en ese momento, Hungría. Hay varias opciones”, aseguró.
Charles Michel fue elegido en julio de 2019 para suceder al polaco Donald Tusk como presidente del Consejo Europeo, la institución que reúne a los jefes de Estado y de Gobierno de los Estados miembros. Durante los últimos cuatro años, sus funciones han incluido dirigir los trabajos de las cumbres de la UE.
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En la entrevista con Le Soir y La Libre Belgique, Michel rechaza firmemente la idea de que su partida adelantada suponga dejar la UE sin timón en momentos especialmente complicados, con la guerra de Ucrania sin un fin a la vista y el conflicto en Oriente Próximo en plena escalada. “Es una crítica sin fundamento”, sostuvo Michel, indicando que ha informado de su decisión a los Veintisiete con seis meses de antelación. “A nadie le va a tomar por sorpresa y mi sucesor será elegido a finales de junio o principios de julio. Es bastante fácil organizar la sucesión”, insistió. Fuentes comunitarias han señalado que, de todos modos, los Veintisiete debían tomar una decisión sobre el puesto de Michel en junio de este año, tras los comicios europeos, por lo que cabe la posibilidad, señalan, de que el próximo presidente -o presidenta- del Consejo Europeo asuma ya en el verano de 2024 sus funciones “si así lo decide el Consejo Europeo”.
Las elecciones al Parlamento Europeo tendrán lugar del 6 al 9 de junio de 2024 en los 27 países de la UE. Bélgica además celebrará sus comicios nacionales al mismo tiempo. A raíz de la cita electoral, se renovará la cúpula de las instituciones europeas, incluidas la Comisión y el Consejo Europeo. En las elecciones de 2024 habrá 720 eurodiputados, 15 más que en la actualidad, elegidos por sufragio universal directo para un mandato de cinco años.
La carrera política europea de Michel, antiguo primer ministro belga, ha estado marcada por las tensiones mantenidas con la presidenta de la Comisión Europea. Una relación difícil que quedó plasmada en el llamado sofagate, una escena de apenas 20 segundos que sucedió en una reunión de ambos en Ankara con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, en abril de 2021, y que líderes europeos de diferente ideología tildaron de “desastre”. Von der Leyen se vio humillada como mujer al constatar que Erdogan y Michel se hicieron con los dos sillones que presidían una reunión institucional en Ankara, mientras a ella la relegaban a un sofá más apartado.
Tras dejarse fotografiar, los dos hombres se sentaron mientras la alemana seguía de pie, perpleja. Von der Leyen entonó un elocuente “ehmm” para hacerles notar que no había un sillón para ella, pero para cuando se percataron de su queja ellos ya estaban estirando las piernas. En el siguiente plano, la presidenta de la Comisión Europea ya estaba sentada en un sofá, visiblemente incómoda.
Aunque la decisión de Michel de adelantar su partida entra dentro del juego político europeo, con su marcha complicará aún más también la recién inaugurada presidencia belga de turno de la UE, ya de por sí difícil. Bélgica no disfrutará plenamente de los seis meses que le corresponden para intentar cerrar el máximo de expedientes, ya que a partir de abril se disuelve la Eurocámara de cara a las elecciones y el propio país entra en campaña electoral nacional. A partir de entonces la actividad política europea quedará reducida a mínimos hasta que se vuelva a conformar el hemiciclo, a mediados de julio y ya bajo la presidencia húngara.
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