La diplomacia israelí ha subido varios grados la temperatura de sus declaraciones sobre el secretario general de la ONU, António Guterres, una de sus nuevas bestias negras. Ya pide su dimisión desde octubre por asegurar que el ataque de Hamás del 7 de octubre ―con más de 1.200 muertos y unos 240 secuestrados― no “sucedió en un vacío”, sino tras 56 años de “asfixiante ocupación” militar israelí del pueblo palestino. Ahora, el ministro israelí de Exteriores, Eli Cohen, tilda a Guterres de “amenaza para la paz mundial” por haber tomado una decisión inédita en décadas: invocar una herramienta excepcional ―que no se utiliza desde la crisis de Líbano en 1989― para tratar de forzar un alto el fuego en Gaza, dado “el rápido deterioro” de la situación y la “magnitud de la pérdida de vidas humanas” en “tan poco tiempo” en la Franja y en Israel.
“La permanencia en el cargo de Guterres es una amenaza a la paz mundial”, reaccionó Cohen cerca de la medianoche del miércoles en X (antes Twitter). “Su petición de activar el artículo 99 y de un alto el fuego en Gaza constituye un apoyo a la organización terrorista Hamás y un respaldo al asesinato de ancianos, el secuestro de niños y la violación de mujeres. Cualquiera que defienda la paz mundial debe apoyar la liberación de Gaza de Hamás”.
El embajador del país ante la ONU, Gilad Erdan ―que se vio envuelto en una polémica en octubre por lucir una estrella amarilla como la que los nazis obligaban a llevar los judíos― ha acusado al secretario general de alcanzar “un nuevo nivel de bajeza moral”. “Ha decidido activar esta cláusula inusual solo cuando le permite poner presión sobre Israel, que está combatiendo a los terroristas nazis de Hamás. Es una nueva prueba de la distorsión moral y de su sesgo contra Israel”, ha escrito en X.
Erdan critica además al secretario por pedir un alto el fuego, en vez de exigir a Hamás que se rinda y entregue a los 138 rehenes que quedan en la Franja, “lo que terminaría la guerra”. “Vuelvo a pedir su dimisión inmediata. Naciones Unidas necesita un secretario general que apoye la guerra contra el terrorismo, no que actúe según el guion escrito por Hamás”.
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La herramienta excepcional invocada por Guterres es el artículo 99 del documento fundacional de Naciones Unidas. Establece que el secretario general “podrá señalar a la atención del Consejo de Seguridad cualquier asunto que, a su juicio, pueda amenazar el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales”.
Apenas usado, es un artículo clave en el contexto de la paz y la seguridad internacionales, y uno de los cinco que asignan funciones al secretario general en el capítulo XV de la Carta de la ONU. Transforma al “secretario general de un funcionario puramente administrativo a uno con una responsabilidad política explícita”, como lo definió en su día Dag Hammarskjöld, secretario general de Naciones Unidas entre 1953 y 1961.
Es un llamamiento al Consejo de Seguridad, donde el sistema de veto permite a cualquiera de los cinco miembros permanentes (Estados Unidos, Rusia, China, Reino Unido y Francia) bloquear iniciativas. Este derecho de veto retrasó durante semanas la aprobación de una resolución, de obligado cumplimiento, para crear corredores humanitarios. La Asamblea General de la ONU, en la que están todos los países, adoptó entonces por mayoría una resolución equivalente, que en la práctica no pasa de ser un llamamiento.
Apoyo de Borrell y de la Liga Árabe
El Alto Representante de la Unión Europea para Política Exterior, Josep Borrell, ha salido en defensa del llamamiento de Guterres, pidiendo el apoyo de los miembros de la UE en el Consejo de Seguridad (en su configuración actual, solo Francia, con derecho de veto) y de los “socios afines”.
I ask the EU members of the UN Security Council and like-minded partners to support @UN Secretary General @AntonioGuterres’s call.
The #UNSC must act immediately to prevent a full collapse of the humanitarian situation in Gaza.
— Josep Borrell Fontelles (@JosepBorrellF) December 7, 2023
También la Liga Árabe, uno de cuyos miembros, Emiratos Árabes Unidos ―hoy en el Consejo de Seguridad como miembro rotatorio― se dispone a presentar este viernes un borrador de resolución para pedir un alto el fuego, ante una situación “apocalíptica” y de “castigo colectivo”, como la ha descrito el alto comisionado para los Derechos Humanos de la ONU, Volker Türk. El secretario general del organismo panárabe, Ahmed Abulgheit, le ha dado su apoyo “firme” e interpreta el recurso a una herramienta tan excepcional como el reflejo de la “gravedad” de la situación, con el ejército israelí dentro de la ciudad de Jan Yunis, objeto de intensos y constantes bombardeos que han desplazado a decenas de miles de personas hacia la ciudad de Rafah. Una parte de ellos ya fueron obligados hace semanas a abandonar el norte. “El Consejo de Seguridad debe asumir su responsabilidad tras este repetido fracaso”, concluye Abulgheit.
El último enfado de Israel con Guterres se produce en un momento de particular tensión con el ámbito de Naciones Unidas. El martes, el ministro de Exteriores anunció que no renovará el visado, que expira el próximo día 20, a su coordinadora humanitaria para los Territorios Palestinos Ocupados, Lynn Hastings, por las declaraciones que ha efectuado sobre la guerra. “¡No volveremos a permanecer en silencio ante la parcialidad de la ONU!”, señaló Cohen en X al hacer el anuncio. Naciones Unidas ha lamentado la decisión y defendido que Hastings estaba “actuando con independencia, neutralidad e imparcialidad, como debe ser”.
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