Felipe VI denuncia el “sufrimiento tan desgarrador” causado por el conflicto en Oriente Próximo
El jefe del Estado se ha referido en su discurso a la convulsa situación internacional en un comienzo de siglo que “ha traído el regreso terrible de la guerra, de los conflictos bélicos en su versión más descarnada y brutal, así como del vértigo ante el riesgo de su extensión”. Por segunda vez desde que Hamás lanzó su ataque terrorista contra Israel, el pasado día 7, se ha referido al conflicto árabe-palestino, aunque lo ha hecho de manera muy cuidadosa, evitando herir susceptibilidades en un asunto que divide a la comunidad internacional y a la propia sociedad española.
Si el pasado día 9, en Bilbao, 48 horas después del ataque de Hamás contra Israel, Felipe VI lo condenó “con toda firmeza” y llamó a “hacer lo posible” para evitar “mayor sufrimiento, destrucción, desesperanza y la pérdida de más vidas humanas” en Oriente Próximo, ahora, ante las noticias de matanzas de civiles palestinos en Gaza, ha denunciado que el conflicto “está causando nuevamente un sufrimiento tan desgarrador”. No ha querido, sin embargo, señalar a los culpables ni reclamar un alto el fuego, que Israel y Estados Unidos rechazan, y se ha limitado a recordar que en 1994 el premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional fue a parar al primer ministro israelí, Isaac Rabin, y al líder palestino, Yaser Arafat, por su “esfuerzo para crear las condiciones de paz en la región”.